La fortuna de tenerte en mi vida.
Cuando en mi se desatan inquietudes, cuando el desasosiego quiere invadir mi alma, el verde de tus ojos me trae la calma. Cuando las dudas quieren nublar mi camino, tu mirada me guía y me apacigua. Es contigo cuando me siento tranquila, mirarte tocarte, sentir tu calor, me dan la energía para caminar firme, segura y confiada.
Las personas se pueden querer de muchas formas, pero hay que saber querer bien. Por que el amor no es lucha, ni disputa, tampoco tiene que ser pesquisas ni desconfianza. El amor, a diferencia de lo que se cuenta, no es un juego. Quien quiere bien, se para a pensar qué sientes, no toma acciones para variar tus sentimientos. No se presta al juego de palabras para variar tus emociones, quien quiere bien, te cuida.
Yo quiero quererte bien, al menos, tan bien como tú a mi.