Tu olor

Los olores tienen un poder mayor del que podamos imaginar, pues tienen el poder de evocarnos recuerdos, personas e incluso momentos vividos. Y yo los memorizo bien, pues los aromas de determinadas fragancias, me recuerdan a personas en particular. Y este olor, causa en mí una sensación directamente relacionada con la fragancia y con la relación mantenida con dicha persona. Pudiendo incluso despertar el deseo tan sólo con un leve rastro de dicho olor.

Las sensaciones tan agradables y los recuerdos que pueden despertar, hacen que siempre esté atenta a este detalle. Pues hay recuerdos, que merece la pena retener en nuestra memoria, en especial aquellos que evocan a los seres queridos que ya no están. Este post podría ir dedicado a un número muy reducido de personas, a las cuales identifico con un olor. Sin embargo, prefiero hacer especial mención de mi abuela, ya que los olores que me recuerdan a ella, son los que mayor felicidad me reportan.

Cuando voy caminando por los sitios por donde me llevaba ella, y me llegan los aromas de muchos sitios: de la tintorería a la que iba ella, del mercado del val, de la floristería del barrio...etc. Son sitios comunes lo sé, pero os puedo asegurar, que a mí ningún otro mercado/floristería/tintorería, me recuerdan a mi abuela. Y todos esos detalles, me hacen recordar los buenos momentos que vivimos juntas, cuando yo era pequeña. También rememoro su recuerdo, cuando pienso el olor a vapor de plancha, porque tengo impregnado en mi mente el olor del suavizante que usaba ella. Y en seguida recuerdo las escenas de plancha con la COPE de fondo. Incluso determinadas comidas y su olor, las identifico con ella, por ejemplo las gambas al ajillo. Todos estos olores, y el olor a otros sitios en los que estaba con ella me recuerdan a mi abuela. Y es inexplicable, la sensación de felicidad que siento al pensar en la persona más especial que por desgracia he perdido.

Hay aromas, que nos activan la serotonina y son aliados para despertar nuestras ganas de sonreír. Todos, nos sentimos complacidos con el olor de una mañana veraniega, olor a sol y a verano envueltos en las sábanas suaves y fresquitas. ¿Y la hierba recién cortada?; ¿El pan recién hecho?; ¿El olor a mar?; ¿Nuestra/Su colonia preferida? Hay tantos olores que nos aportan una dósis de felicidad que yo os recomiento que identifiquéis los vuestros y lo utilicéis en vuestro favor.